Por: Alexander Quiñones Pastrana
¿Cómo cobra el diablo la palabra incumplida? La experiencia de Jhon Quiñones lo revela como el suceso más natural de su entorno, pero es una vivencia con tintes de leyenda y superstición.
Jhon Quiñones, un joven de 24 años, residente del barrio Comuneros I, el pasado 7 de septiembre del 2021, a la 1:35 am, salió gritando de su casa completamente desnudo, despertando a todo el barrio con sus alaridos como si hubiese visto la muerte.
“Tengo la sabiduría y puedo hacer rico a todo el que me siga y haga todo lo que yo le diga, pero necesito tomar agua, quiero agua”. Esas eran las palabras que repetía a todo pulmón despertando a las personas de ese sector del Oriente de Cali.
Luz Edith Tenorio es la pareja de Jhon, conviven desde hace cuatro años. Ella asegura que su cónyugue estuvo tratando de hacer un pacto con satanás, pero él no ha cumplido con su parte del contrato, por esa razón está siendo atacado por demonios que lo poseen y lo atormentan.
Dicen las personas allegadas a Jhon, que él había quedado en dar dos almas como sacrificio para obtener dinero y fortuna, la de él y la de otro individuo. Justo esa madrugada, él estaba tratando de concluir su pacto, pero le faltaba el alma de otra persona, así que recurrió a un amigo de confianza: Carlos Batalla. Jhon le explicó lo que debían hacer: Escribir su nombre completo con fecha de nacimiento y firmar para que el pacto se hiciera y ambos se beneficiaran. Pero su amigo se negó a ayudarlo. Jhon procedió a ahorcarlo con la intención de matarlo, afortunadamente Carlos logró zafarse, y se fue corriendo a su casa muy asustado. Minutos después, fue cuando Jhon salió a la calle comportándose de modo extraño alborotando a los vecinos a esa hora de la madrugada.
Socorro Quiñones, una señora de 56 años de edad, experta en este tipo de casos y situaciones paranormales, estuvo analizando y tratando de comprender lo que le sucedió a Jhon, y dijo “las personas con mentes débiles no pueden hacer este tipo de pactos satánicos, porque si no cumplen, terminarán desquiciados y con una pérdida total de la cordura”.
Ella sugirió que, para contrarrestar de manera temporal, los ataques que está recibiendo Jhon, era preciso hacer un sacrificio con una gallina negra, o un gato negro. Pero se debe realizar lo más pronto posible, apuró. Y luego debe cumplir con su promesa (entregar dos almas) porque con el Diablo no se juega. Pero como era de esperarse, él no realizó dicho sacrificio.
Después de todo lo ocurrido Jhon continúa con su vida, lee la biblia de lunes a viernes, y se emborracha los fines de semana, de vez en cuando trabaja como cerrajero y la mayor parte del tiempo se la pasa conversando con cualquiera que le preste atención, asegura que no está loco, mucho menos sufriendo algún tipo de trastornos, dice que solo está asumiendo las consecuencias de sus acciones.
Los vecinos y allegados dicen que no es el mismo de antes. Su rostro cambió totalmente, su mirada ya no es la misma, sus ojeras revelan las noches en vela, dice muchas cosas incoherentes que no tienen nada de sentido; habla sobre la humildad y sobre la importancia de ser espirituales, asegura que uno de sus sueños es tener 70 mujeres para que lo mantengan y no tener que trabajar más.
Pero él asegura que la mente de las personas es muy corta para comprender la sabiduría y entender lo que él les dice. Como bien menciónó Socorro Quiñones,“quienes tienen mentalidad débil no pueden hacer pactos satánicos. porque si no cumplen, terminarán desquiciados y con una pérdida total de la cordura”.
CRÓNICA
La magia de los relatos de las comunidades con ancestros del Pacífico sale a relucir en este relato, en el que narra con un tono natural un hecho casi sobrenatural e insólito, que le resulta muy propio al periodista y muestra su estilo. La arquitectura de la historia es impecable.
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